El art. 1 de la ley Federal Notarial define al notario alemán como al titular independiente de un cargo público que tiene como deber autentificar actos jurídicos, así como cumplir con otros deberes en el ámbito de la administración de justicia preventiva. Esta disposición es “norma fundamental del derecho profesional notarial” . Esta norma fundamental ya muestra la peculiar ambivalencia de la profesión de notario: independencia frente a las personas interesadas, pero también frente al Estado y frente a titulares de un cargo público.
Garantía de documentos irrevocables en su contenido
Según el art. 17 de la ley de Autentificación, el notario está obligado a averiguar las intenciones de las partes interesadas, a aclarar los hechos e informar a los interesados del alcance del negocio. La legitimación notarial aclara por tanto a los interesados qué efectos jurídicos tienen sus declaraciones. La importancia de ello será mayor, cuanto más compleja sea la normativa jurídica y más difieran de ella las reclamaciones jurídicas de las partes interesadas . Con ello, se consigue que las personas interesadas estén informadas sobre la importancia de sus declaraciones antes de que se realice la inscripción en el registro, de forma que se minimiza la posibilidad de que se produzca una impugnación posterior. En consecuencia, según la jurisprudencia, el notario deberá informar a los interesados de la validez jurídica del negocio jurídico, y procurar fundamentalmente que se formalicen unos documentos válidos con arreglo al ordenamiento jurídico . Fundamentando la inscripción, como mínimo, en el ámbito de la autentificación notarial, existe también la garantía para el registro de que se trata de negocios jurídicos en los que, gracias a la intervención del notario, se garantiza que éstos se ajustan a las normas jurídicas, pero también a la jurisprudencia de los altos tribunales. De este modo, se consiguen muchas más garantías de legitimidad y efectividad que en negocios jurídicos en los que no hay una intervención del notario.